And the worms ate into his brain

Espejismo (magno)

lunes, 2 de julio de 2007


Él soltó la pluma mientras los árboles comenzaban a agitarse. Contuvo el aliento y luego suspiró.

Deslizó su pálida mano acariciando el papel que dormía silencioso sobre su escritorio situado frente a su ventana que había servido tantas noches para contemplar a la luna y las estrellas, o en su completa ausencia contemplar el resplandor de sus ilusiones, y no es que realmente la hermosa luna y las fieles, constantes y fulgurantes estrellas se ausentaran, si no que eran opacadas por la luz que yacía sigilosa al final del túnel, ese túnel tan oscuro y engorroso que tanto te atormentaba.

Se levantó sorpresivamente de la silla, sintió sed, miedo y un poco de angustia pues por fin había descifrado el maldito código que buscó durante tantos años.

Caminó. Se dirigía a la puerta, quería salir pronto de aquella habitación que tantos recuerdos le traía, tantos suspiros, tanta complicidad tuvo que escapar por algún lugar en algún momento.

Se detuvo un segundo porque una visión habitó su mente, su cuerpo se estremeció, su corazón se agitó y comprendió porqué aun no es una estrella, quiso tener el valor de recorrer pausadamente el camino que lo motivó tantos días a seguir, pero en él el valor nunca existió.-

3 comentarios:

Mikamy dijo...

Bonita ilustración de Luis Royo, te imaginai fuéramos parientes? Me gustó el escrito, pero siento que le falta algo. Y bueno, cualquiera de estos días hacemos un tour por Talca pa buscar a Rosa Espinoza y sacarnos una foto con ella.

Te quiero mucho amiga :)

Anónimo dijo...

io kero ser una estrella :)

BELMAR dijo...

Después de haber visitado mis blogs... qué crees que estudié?