And the worms ate into his brain

Sobremanera

sábado, 29 de marzo de 2008


Sollozan los pliegues por el peso de tus párpados por sobre el estallido del arco iris, y cascadas emanan de él como cerdas somnolientas al color.

... Y del punto aparte, a esta parte, cae la primera trenza, amarilla, será el sol que vuelve a sus cabales de oleaje truncado. Últimamente Anatema goza de incredulidad, de macilentas caricias, de inercia, y es que acto y consecuencia, no. Pareces comenzar, pareces ya, haber vivido esto.

Tu mirada inquisidora me apuñaló, manos fuertes sobre el arrabal e inmerso en el profundo mar te amarrabas a todo lo que existió alguna vez a tu alrededor, te amarrabas para no dejar escapar la verdad, para no colisionar con mi alma, te amarrabas para no ser verdad, para ser ficticio, para ser mentira, para atormentarme la vida.